Nuevamente nos disponemos a pistear partiendo desde Malatya; carreteras secundarias que se convierten en caminos y pistas polvorientas, grandes cortados nos acompañarán hasta la cumbre del Nemrut Dagi, a 2206 m de altitud. Amenaza lluvia y comienza a llover poniéndose la pista con una capa de barro peligrosa, haciéndonos ir muy despacio, casi patinando llegamos a la cumbre por una pista empinada de barro dejando aquí las motos. Visitamos las cabezas, una antigua tumba con una impresionante montaña de piedras, debajo de la cual se encuentra la tumba del susodicho. Unas impresionantes figuras talladas en piedra la presiden en ambas direcciones, orientadas para ver el amanecer y el atardecer.
La cabeza de Apolo mira al infinito, cabezas de águila y león, con la luz naranja del sol poniéndose entre nubes hacen de este lugar un sitio mágico en el cual da lugar a pensar y reflexionar. Vemos el atardecer en solitario pues empieza a granizar y tronar viendo el más bonito espectáculo de la naturaleza cabreada. Aquí, a 2206m, con la cabeza de Apolo, los rayos de fondo y un fuerte viento con granizo. Te sientes pequeño, pero al mismo tiempo afortunado de estar aquí contemplando esta maravilla. Está anocheciendo y sigue lloviendo; nos quedamos en el refugio para, a las cuatro de la mañana, ver el amanecer. Estamos con un grupo de gente, una pareja australiana y dos chicas coreanas; charlamos un rato como podemos, cenamos y nos vamos a dormir. Ha sido un día largo. Suena la puerta de la habitación, son las cuatro de la mañana, nos abrigamos y nos disponemos a subir a las cabezas para ver salir el sol entre las montañas, iluminando las cabezas con los primeros rallos de luz, sin duda un lugar mágico para recordar... nos despedimos de este bello lugar y de los compañeros poniéndonos en las maletas de la moto unas dedicatorias.
Partimos dirección Van, situado en las orillas del lago Van Golu... comenzando una peripecia nueva.
Que artista, pedazo de viaje te estas montando. TEnme informado de todo que me esta encantando tu vivencia, cuando vuelvas, mantenme informado a ver si podemos ir a buscarte unas cuantas motos y que llegues a lo grande. Esto es una vivencia de la ostia. Un saludo.
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