jueves, 19 de agosto de 2010

Últimos pasos

Cuerpo del mensaje
Con nostalgia, después de dos meses y cinco días, dejo atrás trece países en mi recorrido, Italia, Croacia, Bosnia Hercegovina, Kosovo, Serbia, Montenegro, Bulgaria, Turquía, Georgia, Armenia, Irán, Rumanía y Eslovenia, cada uno de ellos con sus anécdotas y buenos amigos. Así, embarco en Génova, recordando tantos buenos ratos y experiencias, tantas risas y momentos tensos por atravesar países en conflicto. Todo queda ya tan lejos y tan cerca al mismo tiempo, que la vuelta a la realidad me va a costar un poco. Ha sido tanto lo visto y vivido que me cuesta asimilar tanta información, pero bueno, vuelvo a casa con la recompensa de traerme miles de sensaciones y una familia que me espera en casa, ansiosos por abrazarme. Así, en una nube de nostalgia y recuerdos pasan las horas en el barco, rumbo a Barcelona.

Ya estoy aquí, en España, se me hace todo tan raro... entiendo todo, no tengo que hacer gestos, jajaja. Estoy en casa, quiero poner punto y final haciendo algo, recorrer las ramblas de Barcelona a lomos de la Poderosa, mi moto, la cual se ha portado como una campeona, celebrando la victoria de llegar los dos sanos a casa. Paro en el mercado de la boquería, rodeándome una nube de gente haciéndome fotos y preguntándome por mi hazaña. Sólo quedan 800 km para llegar a Toledo y ya tiemblo de la emoción. El camino se me hace eterno, casi me desmayo al ver el letrero de mi pueblo, Ajofrin, grito como un loco: yujuuuuuuu, lo he conseguido, 20.000 km en moto y estoy en casa, ¡que momento! reencuentro con mis seres queridos, me desborda la emoción, tengo tanto que contar que no sé por donde empezar. Así pongo punto y final  a lo que no ha sido solo un viaje, sino un recorrido por mi interior que me ha servido para reencontrarme, para darme cuenta de lo afortunado que soy. Gracias a todos los que me han ayudado en este viaje, a todas esas personas que desinteresadamente me tendieron su mano, gracias a los seguidores del blog, pues vosotros me dabais fuerzas para escribir estas líneas, solo recordaros que por muy grande que sea el mundo y muy distintos que parezcamos somos todos iguales, a todos nos duelen las mismas cosas, todos sentimos el dolor de un pellizco, sea cual sea nuestra raza, todos amamos, sentimos, dormimos, reímos, soñamos, solo que nos a tocado vivir en un sitio distinto y recordar que es el dinero y los fanatismos los que corrompen al mundo y cómo no "recordar que la risa es el camino mas corto para hacer amigos" Gracias a todos. Un abrazo muy grande. 

jueves, 12 de agosto de 2010

Eslovenia

Eslovenia, bello país montañoso, el cual recorro por sus pistas y carreteras secundarias descubriendo bellos rincones, adentrándome en sus frondosos bosques, disfrutando de los paisajes de montaña más bellos, viendo sus desnudas pistas de esquí y sus rampas de salto.

Nuevamente en Croacia

Nuevamente paso por Croacia, esta vez por el norte, cruzándola en su mayor parte por autopista, deteniéndome en su capital, Zagreb, la cual visito. Decido atravesar el país rápido, pues ya lo conozco, y dedicar más tiempo a Eslovenia, realizando alguna de sus pistas de montaña…

Serbia

Me despido de Rumanía con la sensación de querer volver, pues es un país muy bonito y con muchas posibilidades. Tiene infinidad de rutas para hacer en bici, moto o furgo y conserva un ambiente especial en esas montañas. Así paso a Serbia, visitando su capital Beograd, siendo visibles todavía los estragos de una guerra. En la frontera de Rumania con Serbia me habían dado una invitación para una concentración de motos en la que me quedo dos días, dándome el diploma al que más lejos viene. Aquí disfruto de un buen ambiente, haciendo amigos. Me traigo una marca para siempre, pues me tatúo una rana en el brazo.

martes, 3 de agosto de 2010

Cárpatos


 Hoy  sin duda he realizado una de las pistas más bonitas y con más aventura de todo el viaje. Atravesar los Cárpatos por pistas de barro y un laberinto de caminos, es sin duda toda una aventura. El camino ha sido duro, muchas roderas dejadas por las máquinas que sacan la madera, mucho barro, troncos, numerosos arroyos y  lloviendo; toda una hazaña. Me he metido en el barro hasta las rodillas con la dificultad de pinchar y quedarme en la reserva, todo el equipaje mojado y lleno de barro de pies a cabeza. Aun así ha merecido la pena hacer los más de 250 km de pista. En el camino solo he encontrado leñadores y un convento con monjes de largas barbas. A la noche he alquilado una cabaña de madera, pasando la noche entre risas con un grupo de montañeros checos.


Rumanía, bello país


Transilvania es fascinante, circular por sus carreteras de montaña y sus peculiares pueblos con sus casas de madera y empinados tejados. He pinchado y ha caído la tarde, lo reparo y prosigo en la noche por una sinuosa carretera con un frondoso bosque a los lados y una espesa niebla, apenas veo nada, aquí solo, en los bosques de Transilvania y en las inmediaciones del castillo del Conde Drácula, es inevitable sentir un escalofrío. Decido acampar, cogiendo una pista por el bosque, llegando a un viejo monasterio en el cual me reciben un montón de perros y un monje entre la espesa niebla, de película de terror. Dicho monje habla francés y es de la orden de los franciscanos, el cual me aloja en el convento, dándome de cenar  y una habitación. Me prepara el desayuno a la mañana siguiente  con sor cristina, el sacerdote y otro devoto, me preparan comida para llevar y así marcho a visitar el castillo del Conde Drácula…

Bulgaria


Decido coger la ruta de la costa por carreteras secundarias con un sinfín de curvas y en un lamentable  estado. La entrada en el país ha sido curiosa, después de pedirme el pasaporte, el policía me invita a unos pepinos. Prosigo dirección Silistra, frontera con Rumanía, haciendo alguna pista por el bosque y acompañado por enormes plantaciones de girasol y sus carros de tiro animal, circulando por sus carreteras. He cruzado el país en apenas tres días y así llego a la frontera con Rumania, dividida por el río, teniendo que cruzar en transbordador.

Caminos perdidos de Turquía


Me desvío rumbo norte, pasando por Bazargán, viendo de nuevo el monte Ararat. Decido ir por secundarias visitando pueblos anclados en el pasado, conociendo sus costumbres y mezclándome con ellos, utilizando como no la risa, acercándome a sus pequeños, haciendo algún espectáculo. Así voy cruzando el país, con risas y haciendo amigos pues he recogido a un chico que hacía dedo, viajando dos días conmigo. Nuevamente la gente me acoge en sus casas, mostrando el lado más humano…

Decisiones

La decisión está tomada, doy vuelta, decidiendo no arriesgar el paso por Pakistán; otra vez será, creo que hay que ser consecuente con la situación. Aquí en este punto nos separamos mi compañero y yo, tomando decisiones distintas. Me volveré sobre mis pasos por Irán, esta vez pasando por la frontera de Bazargan, por el norte de Turquía, Bulgaria, Rumanía, Serbia, Croacia, Eslovenia e Italia, embarcando aquí en Génova. Intentaré buscar carreteras secundarias, huyendo de zonas turísticas, visitando pueblos más aislados. Así dejo atrás Irán,  un país sin duda alguna, con las mejores personas que me he encontrado en el camino.

lunes, 19 de julio de 2010

De Teherán a Isfahan

Estamos en Teheran, ciudad caótica por el tráfico. Acampamos a las a fueras de la ciudad y sin apenas dormir nos disponemos a cruzar  los 420 km de desierto que lo separan de Isfahan;  grandes rectas,  un desolador paisaje de grandes esplanadas,  montañas desquebrajadas por la sequedad y puestos de artilleria militar antiaérea en mitad de la nada nos acompañan en nuestro camino. El calor es axfixiante, 43 grados con el traje de la moto puesto y el motor soltando calor entre las piernas, parece que vamos a salir ardiendo. Las botas se me derriten, teniéndolas que sacar de la moto pues me quemo los pies. Tenemos que  parar varias veces en el camino para refrescarnos en minúsculas zonas arboladas  con un canal de agua ,así conseguimos llegar a Isfahan, quedando aquí con unos amigos conocidos en Masule. Nos enseñan la ciudad visitando la segunda plaza mas grande del mundo y el famoso puente de 33 ojos.  Nos invitan a cenar y a la noche nos alojamos en un hostel de 10 dólares quedando con los amigos a la tarde del dia siguiente, pues nos han invitado a una fiesta en el jardin de su casa, cumpliendo con la norma de amabilidad en Iran. Respecto a Pakistán la cosa esta complicada, la situación en el país no es segura debido a los secuestros, atentados, fronteras con Afganistan y demás problemas con los traficantes del opio, por lo que estamos un poco bloqueados en nuestro paso a India. Contemplamos la opción de meter las motos en un avión o por vía marítima, siendo el costo de unos 1000 euros, escapando a nuestro presupuesto de viaje, así que en estos momentos estamos pensando por donde continuar y que hacer.   

sábado, 17 de julio de 2010

Sonrisas en Irán

Cuesta dejar de mirar atrás cuando alguien te da todo a cambio de nada, cuando has invadido su mundo viniendo de tieras lejanas, cuando te miran incesantemente con sus brillantes ojos diciendo todo, sin decir nada. Llegamos aquí, a estas tierras de oriente, con nuestros vehículos espaciales nunca vistos aquí, disfrazados de astronautas, con nuestras botas y casco, hablando un idioma que no entienden, pero no hace falta ,una mirada, un gesto, una risa hacen la conversación más bonita posible entre dos seres humanos. Cuesta dejar atrás a estas familias, dejando sólo el recuerdo de alguien que pasó por aquí un día, sacándoles una sonrrisa, dejando una estela de polvo con nuestras motos al partir, apretando los dientes para no llorar, para no olbidar, para aprender la lección de humildad dada por estas personas, recuerdos y más recuerdos porque al fin y al cabo en eso nos convertimos...

Irán


Irán, país de contrastes, montañas, desiertos y clima tropical a las orillas del mar Caspio. Solo puedo decir que la gente es maravillosa, increíble la amabilidad. Nos ofrecen sus casas para dormir, nos dan de comer, solo basta con pararse y en un minuto una familia te ha acogido. Pese a tanta amabilidad, resulta difícil entender que un gobierno tenga al país sometido a una censura a personas tan abiertas respecto a todo, música moderna, pop, rock o música disco. El alcohol tiene que ser vendido en el mercado negro pues está  prohibido. Llas mujeres no pueden lucir el pelo ni ponerse falda. Las playas están separadas para hombres y mujeres y un sinfín de cosas. Ahora estamos en Masuleh,  un pueblo de montaña en el cual nos quedaremos unos 10 días pues mi compañero ha sufrido una caída, haciéndose daño en una rodilla partiendo mas tarde a Teheran para ver la posibilidad de tramitar el visado a Dubay, para de aquí embarcar a India, pues en Pakistan está la cosa fea . Mientras espero su recuperación, me dedico a hacer pistas por unos parajes de montaña alucinantes y ha hacer turismo con unos amigos iranís.

martes, 13 de julio de 2010

Censura en Irán

Nos vemos obligados a descansar, pues mi compañero se ha lesionado una rodilla y no podremos continuar en unos días. Estamos en Masuleh, un pueblo pequeño sin apenas cobertura. A causa del régimen iraní no podré subir imágenes, ni textos durante mi estancia en este país, pues está censurado.
Os seguiré informando de mis azañas siempre que me sea posible.

martes, 6 de julio de 2010

Armenia

Entramos en Armenia haciéndonos falta visado, el cual tramitamos en la misma frontera por 10 dólares. Es un país, sin duda, con un antes y un después cuando pertenecía a Rusia; se ven un montón de fábricas abandonadas y edificios a medio construir. Nos dirigimos a Yerevan, capital de Armenia, atravesando parajes de montaña, cayéndonos una buena nube. Ya en la capital del mundo de las cosas feas, nos alojamos en un… no sé cómo llamarlo, casa del síndrome de diógenes, un agujero con las paredes forradas con cajas de cartón, con el baño de la película de Transpotin y con un patio con miles de cosas inútiles apiladas ¡¡que lugar por dios!!! lo sorprendente es que la luz del baño se enciende cuando se juntan dos clavos, uno puesto en el marco y otro en la puerta, ingeniería rusa, jajajaja... el precio del agujero es de 2,50 euros, quedándonos dos noches para partir después dirección Goris, pasando por puertos de montaña, caminos de la ruta de la seda, lugar donde pasaremos dos días conociendo sus alrededores, es una ciudad de montaña muy tranquila donde disfrutar de sus bellos parajes y pueblos de alrededor, comiendo albaricoques, pues son originarios de Armenia y cogiendo fuerzas para atravesar Irán, ya próximos a su frontera.